las actividades extraescolares que están a su
alcance y que ofrecen los propios colegios, los centros particulares, los
ayuntamientos, etc. A pesar de que este tipo de actividades son beneficiosas,
es necesaria la moderación y anteponer las necesidades de los niños a las
necesidades de los adultos. Algunos especialistas argumentan que los padres
trabajadores buscan actividades extraescolares para que los niños
estén ocupados mientras ellos no pueden estar presentes en el hogar.
Otro aspecto significativo es la oportunidad que obtienen los niños de
relacionarse con otros en un ámbito
menos rígido que el de un aula normal. Así, desarrollan el juego cooperativo,
que después tiene una influencia muy positiva en sus relaciones sociales del
día a día. Es importante que los grupos sean reducidos, para un mayor
entendimiento y para que los profesores puedan proporcionar una atención más
individualizada a sus alumnos.
Fuente: Pequelia,
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